Desarrollar una óptima estrategia en redes sociales - Valeria Castaño Domene
166
post-template-default,single,single-post,postid-166,single-format-standard,sfsi_actvite_theme_default,ajax_fade,page_not_loaded,,qode-title-hidden,qode-content-sidebar-responsive,qode-theme-ver-10.1.1,hide_inital_sticky,wpb-js-composer js-comp-ver-4.12,vc_responsive

Desarrollar una óptima estrategia en redes sociales

Se puede entender la actividad empresarial como una maquinaria en la que todas los elementos deben estar integrados de manera óptima, desde la estrategia global de la empresa, al marketing y comunicación y hasta, entre otras, la estrategia en redes sociales y la elección de redes idóneas.

¿La empresa sigue una estrategia de volumen o de especialización? Todo depende de quién sea y qué ofrezca  al mercado. Si se trata de una gran empresa, con medios suficientes y su oferta se basa en producto de masas, necesitando generar elevados niveles de ventas y alta rotación, probablemente la opción sea una estrategia de volumen (limitar costes y alcanzar a «todos los públicos»). Esta estrategia, propia empresas con alto nivel de recursos y capacidad de liderazgo en su sector, requiere prestar una enorme atención a su sostenibilidad, dado el entorno altamente globalizado y competitivo en el que nos encontramos.

Una pequeña empresa, podrá optimizar su posición a través de una estrategia de especialización en producto o en un target concreto, o en una combinación de ambos. Se trata de una estrategia focalizada, en la que la diferenciación y el valor añadido que aporte al mercado cobra todo el protagonismo, y en la que el esfuerzo se concentra en un perfil específico de personas.

Supone menor riesgo en cuanto a su sostenibilidad, siempre que la oferta realmente aporte un valor diferencial al mercado. La clave reside en responder a la doble cuestión: ¿qué tiene la empresa de valioso y diferente para ofrecer, y qué público objetivo es el que más valora ese elemento de valor?

Lo mismo sucede en el entorno virtual, que debe comunicar la estrategia de la empresa:

  • ¿Marketing de masas? ¿Producto genérico? ¿Dirigido al usuario final? ¿Estrategia de volumen? ¿Elevado nivel de recursos? Responder de manera afirmativa a estos interrogantes, nos lleva a redes generalistas, horizontales.
  • ¿Marketing de nicho? ¿Producto específico, diferenciado? ¿Estretegia de especialización? ¿Nivel de recursos disponible más limitado? ¿Tiene sentido un modelo de larga cola? En este caso, respuestas afirmativas impulsan  a seleccionar redes verticales, en las que el público ya está unido por ciertos puntos en común y mediante las cuales lograr una segmentación máxima.

A partir de ahí, la elección de redes implica considerar los siguientes factores:

  • Las redes en las que está presente el público objetivo.
  • Tipo y formato de contenido que voy a ofrecer. 

Todo ello dando por supuesto que se han planteado previamente unos objetivos acordes a la estrategia global de comunicación y que se dispone de los medios suficientes para mantener las redes sociales por las que se opte.

Sin comentarios

Escribe un comentario