Encontrarme inmersa en un proceso de aprendizaje forma parte de mi trayectoria. Aprender, entendido como un proceso de crecimiento profesional y vital, es una necesidad constante para mí. Tal vez por ello, una de mis pasiones es la docencia y el diseño de acciones formativas realmente inspiradas y centradas en el usuario. Para enseñar has debido aprender y practicar antes, y cuando enseñas aprendes aún más, conectas con otros puntos de vista, compartes e incorporas nuevos elementos a tu propio proceso.

Rescato en este post, algunas de las reflexiones que considero más significativas en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Se trata de tres cuestiones para mí impresdindibles a la hora de diseñar una acción formativa innovadora y de calidad, que coloque al alumno como usuario y verdadero protagonista del proceso.

1. En primer lugar, ¿nos hemos preguntado alguna vez qué es lo que de verdad interesa a nuestros alumnos? ¿Nos hemos puesto en su lugar? Entonces, ¿qué buscaría o esperaría yo encontrar si fuera el alumno? ¿Qué es, en el momento en el que vivimos, importante para su desarrollo profesional? De la misma forma que en el marketing del sXXI es imprescindible colocar al cliente en el centro de cualquier estrategia, y de la misma forma que no podemos diseñar un servicio sin contar con el usuario, es un fracaso diseñar la formación sin el alumno como eje central.

2. Siguiente cuestión: ¿qué herramientas innovadoras podemos incorporar en el proceso? Por ejemplo, otorgando un mayor protagonismo a las herramientas visuales. Es habitual experimentar un momento de gran avance en el aprendizaje cuando comenzamos a dibujar, a colocar los conceptos y relaciones de manera visual. Por ejemplo, si dibujamos de principio a fin una operación de comercio internacional, facilitamos la comprensión de los procesos, la relación entre los conceptos que intervienen, la adquisición de una visión global y ayuda a retener la información.

3. Por último, ¿qué papel otorgamos a la colaboración en el proceso? En un entorno en el que el conocimiento compartido es imprescindible, este planteamiento nos impulsará a implementar una metodología innovadora,  participativa y capaz de generar dinámicas muy enriquecedoras. Ampliar y reforzar la colaboración a través de redes sociales y generar dinámicas de aprendizaje colectivo incorporando el entorno digital son elementos que impulsan la adaptación a los nuevos retos del entorno laboral.